José Ortega y Gasset
Sobre el Estudiar y el Estudiante.
El texto habla sobre la ciencia filosofía y tecnología. Empieza diciendo
que una ciencia no es precisamente tal ciencia, sino más bien, para quien la
busca afanoso, en fin que la metafísica no es precisamente metafísica sino es para
quien la necesita.
También nos damos cuenta que el estudiante
es un ser humano masculino o/y femenino, a quien la vida se le impone la
necesidad de estudiar las ciencias del conocimiento, de las cuales el no ha
sentido la necesidad de saber, los que crearon un saber es porque lo sintieron,
no precisamente el saber el saber, sino más bien el concretismo de saber tal
cosa. El estudiante presente a la ciencia es opuesta a la que ante esta tubo su
creador, primero siente una necesidad vital y no precisamente científica y esto lo llevo a buscar una
satisfacción y al encontrarla en ciertas ideas resulto que estas eran la ciencia
ya hecha como una serranía que se le levanta ante él y el cierra su
camino vital.
No es el deseo el que lleva precisamente
el saber sino más bien la necesidad, el
deseo no existe sin antes no existe la
cosa deseada. El que solo tiene que estudiar y el que siente la necesidad de
ella, aquel que no tendrá al no hacerse cuestión de todo contenido
de la ciencia, a no criticarla al contrario tendrá a reconfortarse
pensando que el contenido de la ciencia ya hecha tiene un definitivo valor es
la pura verdad, lo tendrá que someter a la crítica, con el pensamiento de que
no es verdad, ya que, necesita un saber
con radical y procurara deshacer el que se presenta como ya terminado. Las
personas así son los que están
constantemente corrigiendo, renuevan o
recrean la ciencia.
Y aunque no hubiese estudio ni ciencia, por sí mismos y solos inventarían
mejor o peor; dedicarían la mayor parte de
esfuerzo a investigar. El ser estudiante es verse obligado a interesarse directamente por lo que
no le importa o le interesa muy poco. Él estudiante decide estudiar ciencias o
letras y esto implica una predeterminación de su espíritu, un conocimiento
menos vago y no impuesto de fuera.
Cuando nos dice que la curiosidad nos invita a la ciencia o hablamos
de aquella preocupación nombrada
“necesidad inmediata y autóctona” o nos referimos al mal uso de curiosear, esto
no puede servir para ser un científico. Lo importante es que el estudiante no
siente directa la necesidad de saber sobre la ciencia y, sin embargo, se tiene
que ver forzado a ocuparse de ella. Esto quiere decir ya la falsedad de
estudiar; unos hombres dedicaron gran parte de su vida a crear la ciencia, se
crea así ya una necesidad muerta y un falso y sin sentido hacer.
El ser hombre no es el simple hecho de ser o lo que sería igual no es hacer
cualquier cosa solo por hacer, sino más bien ser lo que irremediablemente se
es. Ser estudiante es como si se contribuye, es algo “artificial” que el ser
humano se ve obligado a hacer. El
estudiante no es estudiar y si estudia
poniendo solo su mejor voluntad no
aprende lo que debiera y si el
estudiante no aprende es porque ya el profesor no podría decir que enseña o más
bien que ya no satisface las necesidades del estudiante. Estudiar y ser
estudiante sobre todo hoy en día es una necesidad del hombre. Si por cualquier circunstancia
una sola generación dejara de estudiar la humanidad actual en sus nueve decimas
partes moriría fulminantemente.
Enseñar no es solo lo básico como primaria y fundamentalmente sino enseñas
la necesidad de una ciencia, la curiosidad de saber algo y no enseñar la
ciencia cuya necesidad, se imposible hace sentir al estudiante.